Quito, 23.III.1923 – Quito, 10.I.2010. 

Compositor, guitarrista, contrabajista, arreglista, director de coros. Su padre fue Carlos Bonilla Almeida y su madre, Carmen Chávez Vinueza, hábil intérprete de la guitarra, al igual que su tía Rosa Chávez, intérprete del bandolín. Músico precoz, aprendió a tocar la guitarra observando a su madre, logró dominar este instrumento con un estilo y técnica singular. Estudió en Quito, en la Escuela de los Hermanos Cristianos, Colegio Mejía, y en el Conservatorio Nacional de Música de Quito; ingresó a estudiar el contrabajo, cuando tenía 16 años de edad, uno de sus maestros fue Luis Salcedo; integró la Orquesta del Conservatorio, se graduó de contrabajista, en 1950.

En radio Quito y otras emisoras capitalinas, desde los años cuarenta, hasta los años setenta, fue guitarrista acompañante de varios artistas populares y conjuntos como Los Barrieros. En los años sesenta, fue director musical de Discos Caife de Quito. Integrando diferentes ensambles musicales, grabó para Discos Ecuador, Nacional, Ortiz, Granja, Rondador, RCA Victor, Ónix. Realizó los arreglos y ejecutó la guitarra, en el disco LP. Quinteto Sinfónico, producido por Discos Granja. En Guayaquil, para Discos Ónix, grabó varios discos como solista, o acompañando a: Julio Jaramillo, Eduardo Brito, Bolívar Ortiz, etc. Desde la fundación, 1956, hasta que se retiró en 1985, fue contrabajista, primer atril de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador. Como solista de este instrumento interpretó, entre otras obras, el Concierto de Canoñery. De 1972 a 1975, laboró en Bogotá, Colombia, como primer contrabajo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá e instructor de armonía. A su retorno, en Quito, siguió laborando en la Orquesta Sinfónica Nacional, Conservatorio Nacional, Instituto de Música Sacra, Academia de Música del Profesor Clodoveo González, y en el Colegio Mejía. Es considerado padre de la guitarra clásica del Ecuador; en 1962, fundó la cátedra de ese instrumento, en el Conservatorio Nacional de Quito, siendo su primer profesor. Por varias décadas mantuvo en Quito una academia particular de guitarra, que llevó su nombre. Fue autor de un método de guitarra. 

Desde junio de 1963 hasta 1968, Carlos Bonilla dirigió el coro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, agrupación con la que representó al país, en festivales internacionales realizados en: Chile, Perú, Colombia; luego fundó y dirigió el Coro del Centro Ecuatoriano Norteamericano; en los años setenta, por dos ocasiones fue invitado por el Departamento de Estado de EE.UU, a dar recitales de guitarra, de sus obras, en centros culturales, emisoras (The Voice of America) y universidades norteamericanas. También dirigió los Coros de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Rondalla-Coro del Colegio de Médicos de Pichincha (años 80), Núcleo de la Casa de la Cultura de Chimborazo, 1988, y Conade, Quito, 1988. En el segundo lustro de los años ochenta, fue miembro del directorio nacional de la Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos, Sayce. Fue arreglista de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador. Su labor musical ha sido múltiple: compositor erudito y popular, profesor y ejecutante de la guitarra y el contrabajo, director de coros y arreglista orquestal. Ha recibido múltiples condecoraciones.

Es autor de la “Suite Andina” (estrenada en el Teatro Nacional Sucre, 1958): Una fantasía que comienza con un preludio de tipo indígena, se transforma en pasillo en tono mayor, para volver al tema del preludio. La segunda parte es una danza autóctona en compás de 3/8, con el carácter de una tonada y de forma binaria. En esta parte emplea exclusivamente la escala pentafónica. Finaliza la obra con una danza guerrera, en ritmo de San Juan. También autor de “Mil años de música, poema sinfónico”, estrenado en Quito en 1984, con el auspicio del Banco Central del Ecuador; “Raíces”, para guitarra y orquesta, estrenada en el Teatro Sucre en 1987, con ocasión de un homenaje que le rindieron varias instituciones, por cumplir cincuenta años de actividad artística; “Mini suite popular”, estrenada en el Teatro Nacional Sucre de Quito, en 1988, la cual es un testimonio de la inclinación de Carlos Bonilla por la escritura en estilo popular, está constituida por tres partes, cuya referencia extra musical es programática; la primera pieza constituye una ilustración de la actualidad, en la cual la flauta simboliza la persistencia de componentes locales de la cultura, a pesar de los rascacielos personificados en los metales; el pasillo hace reminiscencia del período colonial; el albazo y el sanjuanito se remontarían más atrás, hacia la característica vernácula de la manifestación musical. Así mismo, es autor de “Rumiñahui, obra sinfónica”, galardonada con el premio Sixto María Durán-Municipio de Quito, 1989; en marzo de 1991, la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador, estrenó su obra Variaciones Sinfónicas Rumiñahui, y la empresa editora Max Eschig, publicó varias de sus composiciones para guitarra.

Obras:

• Airetípico: Calamaca; Crepúsculo andino; Don Facundo;
• La del estribo; Las Quiteñitas; Ponchito al hombro
• Albazo: Caravana indígena
• Canción: Canción de cuna
• Danzas: Acuarela indígena; Chasqui; Danza Shyri; Ecoandino; Elegía y danza; Rimini, Rimini; Tambores Shyris
• Danzante: Soledad de madre
• Pasillos: Amanecer (letra, Alfonso García Muñoz); Beatriz; Canciones de cuna; Cantares del alma; Ensueño; Guitarreando; Idílica; Meditación; Subyugante (versos: Gonzalo Moncayo); Sueña mi bien; Sólo tú; Tres capullitos; Ximena.
• Pasacalles: A los toros de Quito; Ecuatoriano
• Sanjuanitos: Danza; Indiecito otavaleño; Quito colonial
• Tonada: Vida de mi vida
• Valses: Añorando tus caricias (versos: Eduardo Brito); Enamorado
• Yaraví: Adiós a mi tierra
• Yumbo: Atahualpa
• Otras: Preludio y Yumbo; Tus delicias; Paisanito

Fuente: Godoy, M. (2018). “Pasillo, historia, innovación e impacto”. Primera Edición. Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión: Quito.