(Ambato, 23.III.1923 – Guayaquil, 29-V-1981). 

Poeta. Su hogar estaba conformado por don Secundino Egüez Portilla y doña Lydia Villacrés; su padre fue un gran intelectual que estuvo inmerso en los mejores círculos de Ambato, educador por excelencia llegó a ser director de estudios en base a sus méritos, su madre fue una distinguida dama guayaquileña; tuvo la virtud de vivir apasionadamente y así siguió viviendo, enamorado permanente de su tierra, de la música, la poesía, del río, de sus flores y sus mujeres.

Cursó sus estudios primarios en la Escuela México y más tarde en el Colegio Bolívar. En Ambato, inició su vida intelectual que fue a completada en Guayaquil, donde pudo ejercitar sus capacidades en el periodismo y en los quehaceres literarios. Trabajó en el Seguro Social, Junta de Beneficencia, Oficina de Turismo del Litoral y en el Ministerio de Industrias. Su espíritu inquieto de poeta y bohemio le hizo volver a su ciudad natal, donde se desempeñó como teniente político. Tocaba la guitarra, el piano y la mandolina. 

En 1948, por el amor profundo que tenía a su tierra, creó los versos del popular pasacalle “Ambato tierra de flores”, musicalizados por Carlos Rubira Infante; sus versos aparecen en un papel arrugado improvisado, escritos en una noche en la Plaza de la Independencia de Quito, en compañía de una guitarra y varios amigos ambateños. 

Es el mejor “Romancero” que ha dado la provincia de Tungurahua y fue también declamador, pues participó en concursos en diversos países de América Latina, con destacadas actuaciones. La creación poética de Egüez fue premiada en varias ocasiones: obtuvo el Primer Premio Diario La Nación de Guayaquil, en 1952, por su poema “Romancero de Navidad”; la Orquídea de Oro, en los juegos florales de la Revista Radial Vida Porteña. El Municipio y varias instituciones ambateñas le premiaron por “Ambato tierra de flores”.

 Gustavo Egüez Villacrés es considerado como uno de los grandes juglares que ha tenido la hermosa tierra de flores y frutas junto a Rodrigo Pachano Lalama y Mario Cobo Barona, estuvo casado con la dama guayaquileña doña Carmita Ruiz de Banegas Intriago, con quien procreó ocho hijos, gozó del cariño y aceptación de la sociedad ambateña por su carácter amable y suave, un hombre muy educado y culto, con modales exquisitos, de temperamento tranquilo, gustaba de hacer bromas. 

Publicó los libros “Biografía de algunas emociones”, “Romancero de los dolores profanos”, entre otros, y escribió también para varios periódicos y revistas de su ciudad y país.  Está enterrado en Ambato en el espacio dedicado a los ambateños ilustres.

Obra: 

• Pasacalle: Ambato tierra de flores

   

Fuente:

• Guerrero, P. (2002). Enciclopedia de la Música Ecuatoriana tomo I. Conmúsica. Quito.
• La hora. (2006, 22 mayo) Hombres ilustres de Ambato. https://www.lahora.com.ec/noticias/hombres-ilustres-de-ambato-33/
• Biblioteca Casa de la Cultura Ecuatoriana  –  catalog › Authority search › Egüez, Gustavo, 1923-1981. (s. f.). https://biblioteca.casadelacultura.gob.ec/cgi-bin/koha/opac-authoritiesdetail.pl?authid=32196 
• Carrión, O. (2009). Lo mejor del siglo XX, música ecuatoriana, Tomo II. Ediciones Duma. 
  
  

Fotografía: Edición con AI